En la Revolución Industrial el trabajo era muy duro, ya que los trabajadores, que muy frecuentemente eran niños, pasaban horas y horas en las fábricas como hemos visto en clase.
“A las 2, a las 3, a
las 4 de la mañana, se sacan a la fuerza de sus sucias camas a niños de 9 a 10
años, y se les obliga a trabajar para ganarse un mísero sustento hasta las 10,
las 11 y las 12 de la noche, mientras su musculatura desaparece, su figura se
va haciendo más y más raquítica”
Sin embargo, los niños y jóvenes de hoy en día nos dedicamos a estudiar y en gran parte a hacer el vago y a quejarnos, y viendo la situación de aquellos años, es muy triste que hayan muerto muchas personas para conseguir lo que tenemos y aun así nos quejemos.
Hoy en día los trabajadores, incluso los de las fábricas, tienen unos horarios y unas condiciones envidiables respecto a las que se daban en la Revolución Industrial. Esto es gracias a los sindicatos que existen hoy en día.
Estas asociaciones se dedican a ayudar y proteger a los trabajadores y a defender sus intereses.
Belén Burgos Roma 1ºB
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