Antes de irnos de vacaciones, estudiando la Revolución Rusa, vimos de pasada la familia del zar Nicolás II, y tras su obligada abdicación, fueron apresados y finalmente ejecutados en el sótano de la casa Ipátiev por los bolcheviques.
En 1979, hallaron los cuerpos de la familia, pero faltaban dos, el de Alexis, el hijo pequeño, y el único varón, y el de Anastasia.
Unos años después de la masacre, Anna Anderson, una joven polaca, decidió abrirse al mundo como Anastasia, la hija pequeña del zar.
Las dudas surgieron entre la gente, debido a su parecido físico y a los innumerables recuerdos que tenía sobre la familia imperial.
Finalmente, en 1984 murió, y se empezó a investigar la posibilidad científica de que ella fuese la auténtica hija del zar Nicolás II. Finalmente, por pruebas demostradas con el ADN, se demostró que era una impostora.
Su genética fue comparada con una lista de familias desaparecidas. Anna, perdió la memoria mientras trabajaba, en 1920, y cuando la encontraron, asumió las historias de Anastasia, que su marido, el soldado Tschaikovsky, uno de los que estuvo presente en la matanza de los Romanov, le contaba.
En mi opinión, Anna Anderson, no fue más que una víctima de su marido, el cual, se aprovechó de su falta de memoria, para intentar sacar beneficio de todo lo que supondría ser la única superviviente de la familia del zar.
Silvia Ortiz, 1ºbach-B
Anastasia Anna Anderson
La verdad es que el parecido es bastante semejante...
ResponderEliminarTambién hay que tener suerte para que esa señora sufriera una perdida de memoria de la cual se aprovechó su marido de todas las personas que hay.
¿Otra vez Anastasia? Me sale por las orejas
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