lunes, 7 de diciembre de 2015

El Transiberiano

Hola a tod@s. Como el otro día en clase estuvimos hablando de los aspectos económicos y sociales de la Revolución Rusa y Agustín nos contó algo de la extensión de las grandes líneas de ferrocarril como por ejemplo el Transiberiano, he decidido buscar un poco más de información sobre él.

Costó trece años y 250 millones de dólares, pero el Imperio Ruso finalmente estaba cruzado por vías en 1904. Serguéi Witte, el Primer Ministro del Imperio ruso que había dirigido la construcción de los 8.800 kilómetros de vía del ferrocarril Transiberiano, lo calificó como una de las mayores empresas del siglo en el mundo entero. La línea se extendía desde los montes Urales, en la Rusia europea, a través de Siberia y de Manchuria hasta Vladivostock, en el mar de Japón. Witte estaba muy orgulloso del trabajo que había hecho y decía que había dedicado su cuerpo y alma a esa empresa.

 Este es Serguéi Witte, el que dirigió la construcción:



Y este es el recorrido del Transiberiano:





El trazado tenía un diseño muy pobre porque había sido construido con materiales baratos, y era propenso al colapso. Los viajeros aseguraban que después de las lluvias, el tren circulaba mal y se salía de las vías. De hecho, en septiembre, cuando el tramo final del Transiberiano estuvo finalmente colocado en el sur del lago Baikal, el tren descarriló diez veces durante las pruebas.

Aún así, Witte declaró que la línea era todo un éxito. Rusia no tendría que esperar mucho: necesitó desesperadamente el tren para trasladar soldados y provisiones a través del continente hacia Manchuria, donde la guerra ruso-japonesa estaba en su momento más fuerte.

Irónicamente, la propia vía férrea fue una de las causas mayores de la guerra. Debido a las dificultades del terreno del este de Siberia, los constructores del Transiberiano, con permiso del gobierno chino, habían tomado un atajo hacia la costa a través de Manchuria.

También he encontrado algunos datos curiosos de interés:

  •  Las excavaciones del Transiberiano se hacían con pico y pala; y para ahorrar dinero, las traviesas estaban muy espaciadas y los raíles se hicieron con un acero muy ligero. 
  • El frío le costó la vida a muchos obreros, ya que trabajaban apenas sin protección y a unos 30 metros de altura sobre las aguas congeladas. A veces quedaban tan agarrotados que no podían agarrarse y caían al hielo.
  • El recorrido atraviesa siete husos horarios distintos, y el promedio de la duración total de cada viaje es de ocho días y siete noches.
  •  El acero se traía de los Urales, el cemento de San Petersburgo y los cojinetes de acero de Varsovia, y todo llegaba por la vía recién tendida con una lentitud desesperante.



Lucía Sosa Burgos, 1º Bach A.

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