Sobre todo con respecto a la participación de la mujer en este evento de nivel mundial.
En el siglo XIX, se propuso entre sus ideales el carácter ecuménico del deporte, abierto a todos. No obstante, De Coubertin, el barón francés que fue principal motor del movimiento, se oponía totalmente al agonismo femenino, seguramente por influencia de la sociedad de su tiempo y por una adhesión incondicional al ideal olímpico griego. De Coubertin argumentaba que la diversa fisiología de la mujer respecto al varón y su diverso rol en la sociedad la hacían no idónea para las actividades deportivas.
A pesar de esta oposición, las mujeres tomaron parte ya en las segundas Olimpiadas, celebradas en París en 1900. Participaron de modo no oficial en competencias de tenis, croquet, vela y golf. En 1908, en Londres, participaron 36 mujeres de un total de 2008 atletas.
En las Olimpiadas de 1912 en Estocolmo, las mujeres fueron admitidas también en competencias de natación y la australiana Fanni Durack ganó los 100 metros de estilo libre igualando el tiempo que en la edición de Atenas (1896) había hecho el nadador medalla de oro masculino.
En las Olimpiadas de 1920 en Amberes, por primera vez participan mujeres con reconocimiento oficial. En 1928 en Amsterdam, por primera vez las mujeres participan en competencias de atletismo y aumenta notablemente su número, 290 de un total de 2883 atletas. En Londres 1948 fue protagonista la atleta holandesa Francina Elsje Blankers Koen, que conquistó cuatro títulos olímpicos en atlética ligera. También destacó Micheline Ostermeyer, lanzadora de disco, por sus cualidades atléticas y su personalidad.
Hoy en dia no falta quien sigue viendo discriminaciones en el hecho de que el número de atletas varones sea aún superior al de las mujeres o en que algunas disciplinas contengan más categorías de competencia para hombres que para mujeres y, como consecuencia, el número de medallas asignadas a varones es superior al que se asigna a las mujeres.
OPINIÓN PERSONAL: Pienso que el deporte, ya sean Juegos Olímpicos, fútbol o el deporte que sea es una gran ocasión para hacer ver que las mujeres son iguales o mejor que muchos hombres en ese deporte. Incluso o en día ver que una chica juega al fútbol, se considera un síntoma de "machorra" o de no ser femenina.
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